Diabetes: una pandemia silenciosa y costosa

El 14 de noviembre de 2021 será importante en la lucha contra la diabetes: se tratará del 30º Día Mundial de la Diabetes. Esta jornada llega en un momento en el que los costes sociales, económicos y humanos de la diabetes se dispararán literalmente en los próximos años. No obstante, los avances tecnológicos, especialmente dinámicos, deberían contribuir a mejorar la detección, el control y el tratamiento de la enfermedad.

La diabetes es un trastorno de la asimilación, la utilización y el almacenamiento de los azúcares por parte del cuerpo humano. Este trastorno provoca un estado de hiperglucemia asociado con alteraciones metabólicas graves, que pueden llegar a ser mortales. Esta enfermedad endocrina, que es crónica, se manifiesta de dos formas. La diabetes tipo 1, vinculada a factores genéticos hereditarios, es causada por una disfunción del páncreas, que produce poco o nada de insulina. Se desarrolla principalmente en niños, adolescentes y adultos jóvenes. La diabetes tipo 2, vinculada al estilo de vida, es causada por el uso inadecuado de la insulina por parte de las células del organismo. Suele manifestarse a partir de los 40 años debido al sobrepeso, la mala higiene alimentaria o la falta de actividad física. Representa alrededor del 90 % de los casos.

Según la Federación Internacional de Diabetes (FID),1 463 millones de personas viven con diabetes, es decir, uno de cada once adultos. Hay un detalle particular: la mitad de los pacientes ignora que padece la enfermedad. Sin diagnóstico ni tratamiento, los pacientes están expuestos a complicaciones incapacitantes, cuando no fatales (infarto de miocardio, accidente cerebrovascular, insuficiencia renal, ceguera, amputación de miembros inferiores, etc.). Se trata de una pandemia silenciosa y galopante, cuya curva de progresión explotará en los próximos años. La diabetes afectará a 578 millones de personas de aquí a 2030 y a 700 millones de aquí a 2045.

Costes directos, indirectos e intangibles

Las consecuencias sociales, económicas y humanas de la diabetes son considerables. El gasto mundial en salud asciende a 760 000 millones de dólares por año. Un indicador clave: el tratamiento de las complicaciones concentra más de la mitad de los costes directos. En el Reino Unido, la atención de un episodio de cetoacidosis diabética cuesta 1387 libras esterlinas. Por extensión, la muerte prematura y la discapacidad representan más de un tercio del gasto total. El absentismo se considera, en particular, un factor de reducción de la productividad. También hay que tener en cuenta las múltiples repercusiones en la calidad de vida de los pacientes, que provocan ansiedad y malestar. Los exorbitantes costes directos, indirectos e intangibles de la diabetes irán en aumento. Según estimaciones de la FID, el gasto sanitario mundial alcanzará los 825 000 millones en 2030 y los 845 000 millones en 2045.

La diabetes y sus complicaciones, causas de muerte prematura, provocan más de cuatro millones de muertes cada año, lo que equivale a una cada ocho segundos. Entre un tercio y la mitad de esas muertes se deben a enfermedades cardiovasculares, cuya causa directa es la diabetes. Cabe señalar que la diabetes se encuentra ahora entre las diez principales causas de muerte en la última clasificación elaborada por la OMS. El número de muertes que se le atribuyen, cifra altamente simbólica, ha aumentado un 70 % en veinte años.

Los logros de la tecnología

La prevención de la diabetes tipo 2, parcialmente evitable, se ha convertido en una de las principales prioridades. La OMS recomienda en particular adoptar una dieta saludable, practicar ejercicio físico de forma regular o evitar el consumo de tabaco. La pérdida de peso se considera un factor importante para retrasar la aparición de la enfermedad y reducir sus complicaciones. La detección temprana también tiene una importancia estratégica.

El progreso tecnológico, particularmente dinámico, abre nuevas perspectivas en este ámbito. Hace tres años, la FDA autorizó un sistema de inteligencia artificial capaz de detectar la retinopatía diabética con un nivel de eficiencia del 90 %.2 Otra característica destacable: la máquina produce un diagnóstico automatizado que no requiere la intervención de un profesional de la salud para interpretar las imágenes. Se trata de un avance revolucionario que vendrá seguido de otros.

Muchos científicos están trabajando para optimizar la oferta de diagnóstico, con resultados prometedores. Recientemente, investigadores de la Universidad Queen Mary de Londres lograron desarrollar una IA capaz de medir la cantidad de grasa presente alrededor del corazón, un marcador predictivo de la enfermedad que ahora resulta imposible identificar.3 A partir de un simple análisis de imágenes de resonancias magnéticas cardíacas, esta herramienta proporciona una respuesta en solo tres segundos. También podría calcular el nivel de riesgo que corre cada paciente.

Nuevas alternativas terapéuticas

A pesar de los considerables avances en la investigación, no existe cura para la diabetes. El tratamiento de referencia se basa en la administración regular de insulina con plumas de insulina, inhaladores o bombas específicas. Varios fármacos que se prescriben como tratamiento de segunda línea contribuyen a normalizar la enfermedad, que igualmente debe recibir un seguimiento continuo mediante dispositivos de control de la glucemia, cada vez más elaborados. Actualmente se están estudiando nuevas alternativas terapéuticas. Su objetivo fundamental es mejorar la comodidad de los pacientes. Un grupo de investigadores estadounidenses está trabajando en una píldora que podría reemplazar las inyecciones de insulina.4 Este fármaco, que ha sido probado en cerdos, permitiría reducir eficazmente los niveles de azúcar en sangre de los pacientes.

Se esperan otras tres innovaciones revolucionarias en los próximos años, principalmente en la diabetes tipo 1: el páncreas artificial, la insulina inteligente y el trasplante de islotes de Langerhans. Esta terapia génica, que ya se utiliza en Estados Unidos y Canadá en pacientes que padecen diabetes inestable, presenta un gran inconveniente que, sin embargo, podría desaparecer pronto. Según un equipo de investigadores estadounidenses,5 el trasplante de estas células pancreáticas en la cámara anterior del ojo permitiría evitar el uso de inmunosupresores.

Con el impulso de una demanda constante y creciente, la diabetes es un campo de inversión prometedor, amplificado por el progreso tecnológico. A través de su red de expertos, Candriam identificará los proyectos de investigación más prometedores. También apoyará a las empresas que produzcan los tratamientos y dispositivos médicos más útiles para los pacientes.

La diabetes: un mercado dinámico… ¡Impulsado por Estados Unidos!

A cien años del descubrimiento de la insulina y el control glucémico, el mercado mundial de la diabetes está alcanzando nuevos hitos. Según IQVIA, alcanzó los 105 000 millones de dólares en 2020, lo que representa un aumento del 10,5 % respecto al año anterior. Una particularidad destacable: Estados Unidos concentraba el 67 % de las ventas, muy por delante del bloque de países emergentes, que registraba un total del 11 %. El segmento de la diabetes, la segunda área terapéutica detrás de la oncología, representaba el 9,8 % del mercado farmacéutico mundial, estimado en 1 174 000 millones de dólares. Otro dato importante: dos antidiabéticos figuraban entre los diez medicamentos más vendidos el año pasado. Aparecían en sexta y séptima posición en la clasificación.

NB: todos los valores se expresan en precio de fabricante sin impuestos.

Fuente: IQVIA (abril de 2021)

 

La diabetes: cifras clave

  • En la actualidad, uno de cada once adultos vive con diabetes, es decir, 463 millones de personas;
  • Uno de cada dos adultos diabéticos no está diagnosticado, es decir, 232 millones de personas;
  • Uno de cada cinco diabéticos es mayor de 65 años, es decir, 136 millones de personas;
  • El 10 % del gasto mundial en salud se dedica a la diabetes, es decir, 760 000 millones de dólares;
  • El 79 % de las personas con diabetes viven en un país de ingresos medios o bajos;
  • 1 110 100 niños y adolescentes menores de veinte años tienen diabetes tipo 1.

Fuente: 9ª edición del Atlas de la diabetes de la FID (noviembre de 2019)

 


(1) «Atlas de la diabetes de la FID», Federación Internacional de Diabetes (noviembre de 2019).

(2) «Pivotal trial of an autonomous AI-based diagnostic system for detection of diabetic retinopathy in primary care offices», Nature (agosto de 2018).

(3) «Automated quality-controlled cardiovascular magnetic resonance pericardial fat quantification using a convolutional neural network in the UK Biobank», Frontiers in Cardiovascular Medicine (julio de 2021).

(4) «An ingestible self-orienting system for oral delivery of macromolecules», Science (febrero de 2019)


(5) «Operational immune tolerance towards transplanted allogeneic pancreatic islets in mice and a non-human primate», Diabetologia (enero de 2019).

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